lunes, 28 de febrero de 2011

"Arriba, detrás de la puerta medio abierta, estaba Rudolf Steiner, despidiendo a otro visitante, y contemplaba con sumo cuidado mientras yo subía lentamente las escaleras. Nunca he visto ninguna persona tan observadora como él. Era como si – inmóvil, entregado abnegadamente  – él le permitiera a uno crearse a si mismo nuevamente, por decirlo así, en un sutil elemento de su propio alma, el cual ofrecía con ese propósito. No se trataba de pensar en el otro, era más una re-creación interna en la mente y el espíritu en la cual el crecimiento en su totalidad y el desarrollo del otro estarían revelados."
              
  –Friedrich Rittelmeyer
Life's like a beanstalk, isn't it?